116: Americano como el pastel de manzanas

La representación del dibujo es racista… algo que está más analizado y condenado en EEUU, donde tienen toda una codificación iconográfica de distintos estereotipos visuales racistas. Acá en Argentina el tema se pasa inocentemente por alto y así es que todavía tenemos pequeñas negras mazamorreras con la cara pintada de negro en los actos escolares, la negrita de Blancaflor y mi favorita: los «negritos» políticamente incorrectos que venden en las panaderías tradicionales.

104: Beefcake

Esto fue dibujado después de ir a ver una de las últimas obras de José María Muscari, a quien le gusta el fisicoculturismo y está en carrera para armarse un cuerpo así. Personalmente no comparto para nada el aprecio estético por los cuerpos tan inflados… pero sí un poco en dibujo, donde la musculatura desbordante hace que la forma se rebele contra la línea.

098: Niño bonito del regimiento

En la obra que estamos preparando para el año que viene tengo que estar vestido de marinero. En un negocio de rezagos militares me conseguí un auténtico uniforme «Cracker Jack» de la marina norteamericana, así llamado porque es el que usa el marinerito en las cajas del famoso pochoclo con sorpresa homónimo.

095: Cocky

Si bien sigo cumpliendo religiosamente con dibujar una vez al día, no todos los días puedo scannear y postear los dibujos. Debido a eso llevo casi un mes de retraso, apilado delante mío. El problema que me genera eso es que por ejemplo en este caso no tengo la más mínima idea de por qué dibujé esto, o qué es. No creo que sea nada demasiado significativo… me suena que es algo que dibujé algún día de noche, medio dormido.

Probé un poco usar una paleta bien intensa, casi fluo, pero finalmente volví a lo mío y añejé los colores.

055: En el nombre del Tata

El panteón cristiano extendido es una fuente inagotable de inspiración. Lástima que razones políticas impiden disfrutar de sus historias como podemos hacerlo con las de los dioses paganos de las otras religiones.

Antonio Mamerto Gil Núñez (también conocido como «El Gauchito Gil») peleo en la guerra contra Paraguay tras enlistarse para escapar de un amor prohibido. Tras volver de la guerra se encontró con una guerra civil en la que se negó a participar, siendo declarado desertor. La policía lo encontró y tras torturarlo lo colgaron de una pata en un algarrobo (masones!). El gauchito le dijo a uno de los oficiales «Tu hijo está muy enfermo, si me rogás e implorás que lo salve te prometo que va a vivir, y si no morirá.» Los policías lo degollaron. Al volver al pueblo el policía que había recibido la tremenda profecía comprobó que su hijo era en efecto víctima de la enfermedad. Asustado (como debe ser) el policía le rezó al gauchito hasta que su hijo se puso bien. Agradecido, el servidor de la ley le dió un entierro apropiado al gauchito y le construyó un pequeño santuario.

Yendo a los aspectos técnicos, este dibujo fue trazado con tinta a pincel (sobre el boceto a lápiz original). Me reencontré con mi antiguo tintero pero lamentablemente la mayor parte del pigmento estaba hecho una bola y la tinta muy aguada… aún así me convenció lo suficiente como para prometer ir a comprar un tintero nuevo y concentrarme más en esta técnica.

043: eh… Vive La France?

En el nuevo trabajo teatral que estoy haciendo el chicle forma parte importante de la escena… eso me obligó a reencontrarme con el chicle globo, aquella institución de mi infancia. Los clorets no hacen globos lindos. El otro día me compré por sólo diez pesos lo que en algún otro momento fue para mí, como para cualquier niño, un impensable imposible inasequible: una caja de Bazooka de las que tienen en los kioscos, con 120 chicles adentro.

Como reflexión final, siempre me perturbó un poco que Bazooka Joe es un niño tuerto. Podría hacer parejita con la nena del afiche publicitario que ponen todas las navidades… o ser amigo de Charlie Brown, que sufre de calvicie prematura.

037: Elvis’ Gift Horse

Al igual que el dibujo de ayer este también fue hecho mediante técnica de improvisación. Un par de curvas que primero me hicieron creer que estaba haciendo una especie de Clemente (las curvas de la parte superior de la cabeza y boca), luego un patito (curvas de la cabeza más cuello) y finalmente me aliviaron cuando fue apareciendo un caballo con orejitas de perro (las orejas son en homenaje a Gary Baseman). Acá también probé la iluminación bien puntual y el resultado me deja más contento aunque la figura es mucho más fácil también.

036: Pelvis

Muchas veces me siento a cumplir con el dibujo diario sin ningún plan o idea de qué hacer. No miro la hoja en blanco para buscar respuestas porque nunca tiene. Me dejo estimular en cambio por cualquier objeto que me rodee, algo en la televisión, o alguna cosa que haya pasado zumbando a alta velocidad por mi cabeza.

El otro día (cuando hice este dibujo) se me ocurrió aplicar la técnica de improvisación teatral que estudié (y estudio) al dibujo. Partir de una figura, un movimiento en la hoja, y ahondar en esa línea sin luchar con ella. Eventualmente ir encontrando cosas, formas un poco más familiares, pero sin creer que esas son la respuesta. Así el dibujo va tomando su forma concreta, aunque siempre queda la posibilidad de alguna sorpresa de último momento.

Este dibujo partió de dos círculos que luego fueron los pies, uno que luego fue el torso y más adelante los dos que definieron las manos. La pose y el ángulo fueron completamente consecuencia de la improvisación. Con esas figuras pensé que iba a terminar con un M&M caminando, cosa que no me copó mucho, pero seguí sin preocuparme por esto y entonces apareció la cabeza. Con los ojos y la boca en lugar pensé que iba a tener una suerte de robot naif que tampoco me copó mucho… mantuve la fé y de algún lado aparecieron el pelo y la ropa, llegando así a un dibujo con el que sí me sentí cómodo.

Aproveché para probar la iluminación tipo «spot» que es muy díficil y todavía no termino de dominarla… pero poco a poco la voy entendiendo y no puedo hacer más que practicarla.

028: Siga la vaca

En una escena de la obra «De Noche», en la que actuo, tengo que pasar un muy buen rato mirando una bombita eléctrica imaginando que estoy mirando «El Club de Mickey Mouse» por la tele. Fiel al método Stanislavski me imagino un dibujo animado blanco y negro, bien típico… generalmente una carrera de caballos. Esto lo dibujé a la salida de la función, en un Burger King, así que cambié los caballos por vacas porque no tenía referencias y la cabeza de caballo es más difícil.

005: Vendo cohete vintage

Este dibujo fue un accidente fortuito (fortuito porque me gusta cómo quedó). Arranqué con un dibujo a lápiz (material noble…) 8B y luego en Photoshop lo convertí en una selección con la intención de cambiar el color del trazo… pero tenía la selección negativa, y quedó algo raro pero que me gusta (me haría una remera con esto… que en términos post-modernos es casi la gloria máxima del arte).